A punto de iniciar la tercera etapa de la Regata del Río Negro en Valle Medio, nos sumergimos en las historias fascinantes que rodean este evento emblemático. Desde el acto inaugural, tuvimos la oportunidad de dialogar con diversos protagonistas que han dejado su huella en esta competencia única.

Entre ellos, un binomio de Entre Ríos, con años de experiencia en la regata, compartió sus vivencias y perspectivas sobre este desafío fluvial. También nos encontramos con Nidia Trinchante, a punto de cumplir 80 años, quien se está dando el gusto de competir junto a su nieto, llevando consigo una historia de pasión y continuidad generacional en el evento.

Una de las historias más inspiradoras es la de Daniel Saez el Grande, quien, tras un accidente automovilístico que lo dejó ciego, encontró en el ciclismo y el atletismo una vía para superar la adversidad. Desde esquiar con su hijo hasta competir en canotaje, su trayectoria destaca la resiliencia y determinación que caracterizan a los participantes de esta regata.

Oscar Rosas, ganador de la primera Regata del Río Negro en 1965, comparte su perspectiva única sobre la evolución del evento a lo largo de los años. Su experiencia refleja la importancia histórica de esta competencia, que ha trascendido el tiempo como uno de los eventos más destacados en la historia de las regatas en Argentina.

La presencia de competidores franceses y argentinos de renombre agrega un elemento internacional a la competición. Figuras como Eduardo, con más de 9 años dedicados al remo, influyen en la dinámica de la regata, generando expectativas y emoción entre los participantes y el público.

En un giro notable, una participante con discapacidad comparte su valiente viaje en la regata. A pesar de las dificultades y de estar en desventaja con respecto a competidores profesionales, su objetivo es claro: llegar a destino y transmitir un mensaje de inclusión social, demostrando que los desafíos pueden superarse con determinación.

En resumen, la Regata del Río Negro no es solo una competencia deportiva de alto rendimiento, sino un escenario donde las historias personales y los desafíos individuales se entrelazan, creando un evento significativo y enriquecedor para la comunidad argentina.